martes, 11 de octubre de 2016

Las normas de la clase



La primera vez que empecé a dar clase no me había planteado la necesidad de establecer una norma para el aula. Con la experiencia, comencé a fijar unas reglas que tanto mis alumnos como yo debíamos acatar. Y, con un poquito más de experiencia, decidí que es esencial que ambas partes conozcan las normas, pero las normas no tienen por qué ser iguales con todos los grupos.  

Por ejemplo, no todos los niños o adolescentes necesitan que les digas que no deben utilizar el móvil en clase. Algunos ya son conscientes de ellos.  Según cómo funcione el grupo, quizás sea preferible imponer un ambiente de silencio durante la realización de actividades o todo lo contrario: la comunicación es vital para el aprendizaje. 

Por eso, mi estrategia es establecer una serie de normas que crea que son comunes para todos los adolescentes y, después, proponerles a ellos que, entre todos, y durante las primeras semanas del curso, planteemos las reglas específicas para cada grupo. Estas normas son negociables entre los alumnos y el profesor y pueden modificarse en función de las experiencias y situaciones que se presenten. Es una forma de que sepan que forman parte del proceso de enseñanza y que su opinión cuenta.

¿Cuáles son algunas de las normas generales que me gustaría incluir?
1.     Respetar a los demás compañeros
2.     Traer el material a clase
3.     Pedir ayuda al profesor o al compañero siempre que sea necesario
4.     No interrumpir a otro compañero cuando está hablando
5.     Intentar hablar inglés siempre 

Ahora trabajo con niños pequeños (de 3 a 8 años) y solo puedo hablar en inglés con ellos, por lo que las normas que se establecen en mi clase son distintas y ellos no tienen la oportunidad de colaborar en el proceso de «construcción de normas».
¡Espero poder poner en práctica este sistema de normas muy pronto con mis alumnos de Secundaria!

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